¿Cuándo es una emergencia real? - Lo Que Dice Tu Médico

¿Cuándo es una emergencia real?

Cuando se trata de la salud de los hijos todo parece una emergencia médica, especialmente si eres un padre primerizo y te inquieta que ¡se rehúse a comer! o que ¡no ha hecho sus necesidades fisiológicas!, incluso parece que hoy ¡tiene llanto fácil! o ¡está muy inquieto! Si bien todo eso es preocupante, no significa que sea una emergencia de salud.

De acuerdo con los expertos en salud pediátrica las siguientes señales sí son emergencias de salud y debes acudir inmediatamente con el médico. Tómalas en cuenta:

  • Fiebre elevada o que dura más de 24 horas y que no cede con medicamentos.
  • Crisis convulsiva, sin importar la edad.
  • Si tu hijo presenta comportamientos no habituales.
  • Si tu hijo no tolera alimentación o hidratación vía oral.
  • Dificultad para respirar (tener las costillas marcadas o escuchar quejido al respirar).
  • Coloración azul de labios y manos.
  • Tres vómitos o evacuaciones en menos de una hora.
  • Lesiones graves en la piel y heridas.
  • Quemaduras.
  • Lesiones en articulaciones o huesos.
  • Golpes fuertes en la cabeza.
  • Desmayos.
  • Problemas para fijar la mirada o seguir instrucciones, entre otras.

Si tu hijo presenta alguno de estos síntomas, deberás acudir de inmediato con el médico. Ten en cuenta que una emergencia de salud es un problema médico o quirúrgico que pone en peligro la vida, un órgano o cierta función corporal y por tanto requiere atención profesional y certera de un experto en salud infantil.

Por ello, no deberás automedicarlo, ni utilizar recetas médicas anteriores (aunque parezca la misma condición o sean síntomas semejantes a los que ya tuvo), tampoco emplees remedios caseros o sugeridos por una persona que no es médico ni tampoco ha evaluado la condición en la que se encuentra tu hijo.

¡Llévalo de inmediato con el doctor! que, tras revisar a tu pequeño y, de no ser grave, te mandará con tu niño de regreso a casa junto con tu receta médica que deberás seguir al pie de la letra.

En caso de que tengas dudas sobre la administración de los medicamentos prescritos, pregunta directamente a tu médico qué puedes hacer en dicho caso. No cambies la receta aunque te lo recomienden amigos, familiares o los dependientes de las farmacias.
El único que puede cambiar la receta de tu hijo es el médico que la prescribió. ¡Nadie más!

Cuando lo ocurrido es de gravedad, es posible que el médico indique el ingreso del menor de edad al hospital para seguir con la evaluación o el tratamiento, o tratar de estabilizarlo e incluso someterlo a cirugía.

Sea cual sea necesidad de salud de tu hijo, siempre deberás hacer #LoQueDiceTuMédico puesto que no seguir el consejo del profesional de la salud pone en peligro la salud de tu hijo —o complicarla aún más— y de una emergencia leve podrá convertirse en situación que no tiene regreso.

Recuerda que la salud de tus hijos es fundamental, no los pongas en riesgo y te compartimos el dato: en los hospitales existen códigos de color en los que se clasifican las emergencias. ¡Chécalos!

  • Código rojo. Significa que existe riesgo para la vida, la persona requiere de atención inmediata obligada.
  • Código amarillo. El riesgo para la vida es menor, la persona necesita atención que puede esperar.
  • Código verde. No existe riesgo para la vida, la persona puede ser atendida en un consultorio puesto que puede esperar sin contratiempos.

Tal vez valga la pena que coloques esos mismos códigos de color en casa y que toda la familia los use a fin de garantizar la atención correcta, a tiempo y oportuna de las emergencias de tu hogar, especialmente la de tus hijos.

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