Aunque sea con la mejor intención, las recomendaciones de terceros no son lo mejor
Si después de enfermarte e ir con el médico y de que él te dio una receta pensada especialmente para tus síntomas, ¿por qué cambias el medicamento que te recetó por uno parecido? ¿Crees que es una buena práctica o que no tiene consecuencias para la salud? Conoce qué es lo que podría pasar:
Cuando decides comprar un medicamento que no es el que el médico te recetó, podrías poner en riesgo tu salud y la razón es muy simple: el dependiente de la farmacia no conoce tus síntomas, así que ese medicamento podría no ser el adecuado. Los riesgos van más allá de no aliviarse: podrían llegar a la intoxicación, alergias y hospitalización.
Existe también el escenario en el que ya compraste tu medicina, pero te recomiendan una adicional “para reforzar tus defensas” y aunque puede ser con buenas intenciones, corres el riesgo de que esos dos medicamentos no puedan tomarse juntos, lo que también te podría llevar al hospital.
Sigue al pie de la letra #LoQueDiceTuMédico.
No permitas cambios en tu receta, incluso si el otro medicamento es más barato.
Comunícate con tu médico si tienes dudas o no encuentras lo que te recetó.
Evita la automedicación.
Y siempre ten en cuenta que sí existe una receta para recuperar y cuidar tu salud: la del médico. Así que haz caso a sus instrucciones y no tomes decisiones a la ligera, mejor comunícate con él y en todo momento sigue #LoQueDiceTuMédico.
