¿Por qué recurrir a remedios caseros si nuestro medico nos conoce mejor?
¿Cuántas veces no hemos preguntado en primera instancia a los amigos, familiares e incluso hemos realizado búsquedas en Internet por dudas sobre enfermedades de la piel y entre la “información” que encontramos destacan los “remedios caseros”?
Lamentablemente, generación tras generación, justamente los remedios caseros resultan una constante que impide una correcta solución a los problemas de salud de la piel de las familias mexicanas; además, existe una pérdida de tiempo valioso desde el surgimiento de los primeros signos de la enfermedad, hasta el correcto diagnóstico, gravedad y la subsecuente prescripción del tratamiento correcto para cada caso específico.
Y es que si escuchamos los consejos de la vecina, la abuelita, la mamá, las amistades y cambiamos la receta que nos prescribió el médico, incurrimos en una falta que puede traer graves consecuencias a nuestra salud, las complicaciones de la enfermedad y prolongar el proceso. Un ejemplo sencillo y cercano es el acné.