Todos nos creemos doctores: un experto te dice los riesgos de las recomendaciones personales
“Uno debe ocuparse de sus asuntos, de su profesión y opinar solo de lo que entiende, evitando meterse en lo que no le afecta ni entiende.” Esopo
¿Qué sabes de Esopo? Fue un escritor griego que vivió durante el siglo VI a.C, y su escritura se enfocaba en las fábulas, uno de los géneros más antiguos de la literatura universal. Él es responsable de las fábulas: “La tortuga y la libre” y “La cigarra y la hormiga”, entre otras. Y sí, desde la época de los griegos ya habían personas que se dedicaban a meterse en los temas que no les eran propios. Esopo lo sabía y, por ello, describía también la importancia de evitar opinar de asuntos desconocidos.
Esopo ya murió, y la sociedad mexicana no ha aprendido el mensaje del antiguo escritor griego. Puesto que un número importante de personas no ha sabido mantenerse a raya respecto temas que desconoce y sigue dando opiniones con pocos fundamentos. Si bien, hay opiniones que no afectan a nadie (como el color de un pastel o el tipo de traje para una graduación), hay otras recomendaciones que sí pueden tener un alto impacto en la vida de las personas.
Me refiero a las opiniones que involucran la salud, los tratamientos farmacológicos y las recetas médicas. Es decir, como médico sé de la importancia que tienen las prescripciones y tengo la certeza de que no deben cambiarse por la opinión, bien intencionada, pero poco profesional de otra persona que no sea el propio médico.