Te alivias más rápido
Cuando una persona llega al consultorio con síntomas leves, permite que la enfermedad se trate antes de que se complique, por lo que el tratamiento es sencillo y no dura tanto tiempo como cuando llega alguien con una infección avanzada. Este es el primer punto que debemos reconocer.
Ahorras
Es muy común llegar a la farmacia y que en el mostrador te digan que no tienen el medicamento que buscas pero que tienen uno “parecido”. Cuando decides rechazar ese medicamento, ahorras de muchas formas, ya que no solo previenes reacciones alérgicas que podrían mandarte al hospital, también ahorras al aliviarte correctamente y no gastar en un medicamento que no te va a servir.
Evitas recaídas
También debemos reconocer a todos los que siguen los cambios de alimentación o que empezaron a hacer ejercicio después de que se los recomendó el doctor, porque hay que recordar que las medicinas son solo un componente más del tratamiento y que seguir cada una de las instrucciones nos garantizará la correcta recuperación y previene que la enfermedad vuelva.