#LoQueDiceTuMédico

No olvidemos prevenir accidentes

Es muy importante mantenernos atentos a la salud de los pequeños en la etapa pediatrica, por esto también resulta indispensable fortalecer la prevención de accidentes durante esta etapa.

La población infantil es la más expuesta a diferentes tipos de riesgos pues depende de las características del contexto en el que viven y se desenvuelven, un “mundo” construido por y para personas adultas, por lo que no cuentan con un entorno que puedan controlar y donde su seguridad depende mayormente de nosotros, sus padres o cuidadores.

Las lesiones accidentales afectan de forma diferenciada a niños, adolescentes y adultos mayores. Además, el estatus socioeconómico agrava aún más la vulnerabilidad de estos grupos. Durante la infancia se carece de las habilidades, conocimientos y niveles de concentración para transitar en un ambiente inseguro.

Los tipos de lesiones se asocian con las distintas etapas de desarrollo

Las quemaduras con líquidos calientes se presentan entre los 12 y 18 meses; otro ejemplo es cuando los pequeños ya pueden sentarse y gatear, tienden a introducir objetos en su boca, con el riesgo de ahogamiento que ello implica; cuando empiezan a caminar las caídas son un riesgo y, de uno a tres años, los envenenamientos son comunes por la curiosidad.

Y es que los accidentes representan la tercera causa de muerte en los menores de 1 año de edad, mientras que en los grupos de 1 a 4, de 5 a 9 y de 10 a 14, años son la primera causa de muerte.

Nuestra responsabilidad como padres o cuidadores, de cara a los accidentes no es menor, pues los minutos para reaccionar ante un incidente pueden significar la diferencia entre la cantidad y gravedad de las secuelas derivadas del accidente y una mejor calidad de vida para los pequeños, por lo que recomendamos acudir inmediatamente con el médico o, en casos más graves, solicitar los servicios de emergencia y evitar siempre los remedios caseros.

Resulta innegable que debemos apoyar a nuestros pequeños y seguir las indicaciones del especialista para lograr una pronta recuperación sin suspender los tratamientos antes de tiempo o modificar las dosis ante cualquier signo de mejoría porque podríamos prolongar el tiempo estimado de recuperación o incluso agravar la situación.

Prepararnos en la prevención de accidentes

Debemos poner especial cuidado durante los primeros tres años de vida de nuestros pequeños, ya que son más vulnerables y propensos a un accidente, por damos estas recomendaciones:

Menores de 6 meses:

Debido a su poca movilidad, percepción y comprensión los accidentes más frecuentes son las caídas de gran altura (podemos prevenirlos con vallas y otros sistemas de seguridad en escaleras o ventanas) y las quemaduras, por lo que en el momento del baño debemos medir la temperatura del agua minuciosamente y nunca dejar solos a los bebés en el baño.

De 6 a 12 meses:

Como los bebés comienzan a tener mayor movilidad, los golpes preceden a las caídas de gran altura y se suman los atragantamientos (evitar pulseras, cuerdas, cadenas, botones, monedas y objetos pequeños) junto con las quemaduras además del riesgo de intoxicación. Lugares como la cocina o el baño conllevan mayor riesgo y es indispensable tener en cuenta los muebles.

De 1 a 3 años:

Al adquirir movilidad y autonomía a los riesgos anteriormente mencionados se añaden la intoxicación (productos venenosos y tóxicos deben estar fuera de su alcance), aplastamiento (importante verificar muebles), electrocución (debemos colocar sistemas de seguridad para niños) y accidentes de tráfico.

Los niños que se quedan solos en casa tienen más riesgo de accidentes, por ello, en ningún caso debemos dejar solos en casa a los niños menores de 12 años. Si notamos que tiene una conducta arriesgada debemos tener más supervisión. Además, los niños que toman medicación crónica corren un mayor riesgo de accidentes por ello debemos cuidar el entorno y hacerlo lo más seguro posible de acuerdo con su edad.

COMPÁRTELA:

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR