¿Cuánta de la información que nuestros pacientes consumen en internet beneficia a su salud? ¿Existe alguna modificación a la receta y nuestras recomendaciones derivada de esta y otros factores como los remedios caseros?
Existen muchos desafíos que como médicos enfrentamos a diario para mejorar la salud de nuestros pacientes, pues vivimos en una era donde el bombardeo de información, notificaciones, mensajes y noticias son constantes.
Si bien nosotros prescribimos la toma con fechas, horarios y especificidad, nunca falta “que les cambiaron el medicamento en la farmacia”, “la tía les recomendó algún té” o, como ya se sintieron mejor, abandonaron el tratamiento mucho antes de la fecha indicada para terminarlo.
Lo anterior puede afectar de manera significativa tanto la salud como la economía de nuestros pacientes, y más aún en todas las diversas especialidades donde cada detalle por pequeño que sea, puede ser devastador para la salud de nuestro paciente.
Y qué decir de nuestros pacientes con alguna enfermedad crónica, que abandonan el tratamiento por falta de conocimiento de todas las opciones y oportunidades que pueden tener para mantener su apego al tratamiento.
Nuestro deber como médicos consiste en darles a conocer todas las alternativas a las que pueden tener acceso, tales como los programas de pacientes que pueden beneficiar y fortalecer su apego para una mejor calidad de vida.
Por ello, como médicos, al momento de realizar la valoración clínica para obtener su historial, debemos tomar en cuenta también el contexto del entorno de nuestro paciente, para establecer la mejor ruta de tratamiento y acceso al mismo para fortalecer su apego, sobre todo en el caso de enfermedades crónicas, donde el tratamiento se considera de por vida.
Actualmente existe una muy amplia y diversa variedad de programas enfocados en el apoyo a los pacientes para ayudarles a tener un mejor apego a tratamiento, por lo que debemos informar a nuestros pacientes para hablar sobre este importante tema que a la larga les traerá calidad de vida.