Conozca la situación económica, mental y qué tan informado está su paciente
Primero están las cosas que debe conocer de sus pacientes para orientarlos mejor, como qué tan informados están sobre la enfermedad que los aqueja, cuáles son sus presupuestos para cubrir el tratamiento y hasta qué tan afectados psicológicamente podrían estar tras el diagnóstico, sobre todo cuando se trata de enfermedades crónicas.
Investigue si el paciente realizó cambios en su estilo de vida
También es necesario vigilar que los cambios en el estilo de vida e indicaciones adicionales al tratamiento médico se lleven a cabo, porque algunas veces el paciente regresa a consulta con el discurso de que el tratamiento no funcionó como esperaba, pero tras una breve entrevista nos damos cuenta de que no hizo ningún cambio en su estilo de vida, esta es una medida de cuidado que debemos vigilar de cerca.
Simplificar el régimen terapéutico
Pero también existe otro escenario que depende un poco más del médico: la complejidad del tratamiento. A veces el tratamiento podría parecer muy confuso, incómodo o costoso para el paciente, por lo que tratar de simplificar el régimen terapéutico con dosis menos frecuentes o de liberación prolongada, podría ayudar a conseguir un mejor apego al tratamiento.
Fomentar la confianza con el paciente
Como médicos, también es importante fomentar la confianza dentro del consultorio, usar un lenguaje sencillo y menos técnico con el paciente y en todo momento, hacerlo sentir como un partícipe activo de su recuperación o mantenimiento, con la finalidad de reducir el abandono del tratamiento.