Pregúntale todo a tu médico - Lo Que Dice Tu Médico

Pregúntale todo a tu médico

Seguramente te ha pasado que sales de la consulta con tu médico y te asaltan las preguntas. De repente, no recuerdas lo que te dijo, no te quedó clara alguna de sus indicaciones, tienes dudas sobre la medicación o te olvidaste de comentarle algún síntoma… Quizá te sentías nervioso o no estabas lo suficientemente concentrado. No te preocupes, tener dudas después de la consulta es más habitual de lo que crees, pero dejarlas sin resolver juega en contra de tu salud.

¿Para qué me prescribió este medicamento? ¿Qué pasa si no lo tomo? ¿Y si no lo encuentro en la farmacia? ¿Y si está muy caro? ¿No hay otro medicamento que me pueda tratar? Es legítimo tener muchas preguntas e inseguridades sobre el tratamiento propuesto por tu médico.

A veces sientes que te falta información sobre el propósito de un fármaco, su eficacia, el riesgo y la gravedad de los efectos secundarios o la forma de tomarlo. Otras veces te parece complicado el modo de administrarlo, te resulta desagradable su sabor o experimentas dificultades físicas para tragarlo.

Todas las dudas conviene despejarlas con tu médico, ya sea durante la consulta o posteriormente. A veces parece que el médico está presionado y tiene poco tiempo para dedicarte, pero en verdad siempre preferirá resolver tus dudas a que regreses unas semanas después con tu enfermedad agravada por no haber seguido el tratamiento.

Existen diferentes tipos de preguntas que le puedes hacer a tu médico dependiendo del tipo de consulta. Sin embargo, hay algunas preguntas básicas que puedes adecuar según tu enfermedad y situación, con el fin de obtener la información necesaria para tomar decisiones importantes sobre el tratamiento y la atención posterior.

Preguntas sobre el tratamiento

  • ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
  • ¿Existe un tratamiento estándar para mi enfermedad?, ¿en qué consiste?
  • ¿Existen tratamientos alternativos?, ¿en qué consisten?
  • ¿Me recomendaría usted un tratamiento en particular?, ¿por qué?
  • ¿Existen riesgos asociados con el tratamiento?, ¿cuáles serían en mi caso?
  • ¿Qué debo hacer si me siento mal?, ¿hay síntomas específicos a los que debo prestar atención?

Preguntas sobre tu receta

  • De los efectos del medicamento: ¿Cuál es el efecto esperado del medicamento?, ¿qué síntomas desaparecerán y cuándo?
  • Acerca de la importancia de tomar el medicamento: ¿Qué podría suceder si no me lo tomo?
  • Información sobre posibles efectos adversos: ¿Qué efectos indeseables podrían ocurrir?, ¿cómo reconocerlos?, ¿cuánto tiempo durarán?, ¿cuál será su intensidad o gravedad?, ¿qué hacer si ocurren?
  • Cuando existen interacciones: ¿Qué alimentos, bebidas o actividades debería evitar mientras utilizo el medicamento?, ¿con qué otros medicamentos interactúan?
  • Para que queden claras las instrucciones: ¿Cuándo y cómo tomo el medicamento?, ¿cómo lo almaceno en casa?, ¿por cuánto tiempo debo tomar el medicamento?, ¿qué hago en caso de presentar problemas?, ¿qué hago en caso de olvidar una o más dosis?
  • Cuando existen advertencias: ¿Qué precauciones debo tener durante el tratamiento? Dosis máxima recomendada, necesidad de continuar con el tratamiento (ejemplo, antibióticos) o de no interrumpirlo bruscamente (tratamientos para la hipertensión arterial o para epilepsia, etc.).

Preguntas sobre el seguimiento

  • Sobre la próxima consulta: ¿Cuándo regresar (o no)?, ¿cuándo debo venir antes de lo previsto?, ¿qué información puede necesitar el médico para la próxima cita?
  • Acerca de otras medidas complementarias: ¿Qué tipo de alimentos debo comer?, ¿cómo prepararlos?, ¿cuántas raciones?, ¿qué cantidad de líquidos debo tomar?, ¿hay necesidad de realizar ejercicio físico?, ¿cuál?, ¿cómo?

No todas las preguntas son necesarias en la primera consulta, ni en todos los tipos de consulta. Es más, incluso tu médico dará resolución a varias dudas antes de que le preguntes, pero debes leerlas desde antes para familiarizarte con ellas y darte un mejor panorama sobre lo que necesitas saber en caso de que tu médico no lo especifique. Dar seguimiento a tu tratamiento puede hacer la diferencia en tu salud. Es tu derecho dirigirte a tu proveedor sanitario en busca de respuestas, así como hablar con tu médico de forma regular y compartirle tus preocupaciones. Aprovecha tu visita para preguntarlo todo, y cerciorarte siempre de tener la forma de contactarlo por si en el futuro te regresan las dudas.

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