Estos son algunos de los médicos que pueden necesitar tus padres, pero hay muchos otros. Recuerda que la atención en la etapa de la vejez deberá ser multidisciplinaria (ello significa que varios médicos de diferentes especialidades tienen que atender a un solo paciente) para que tus padres conserven sus salud y calidad de vida por muchos años más.
Actualmente la esperanza de vida de los mexicanos oscila entre los 75 a 80 años de edad por ello los expertos en geriatría recomiendan:
Busca un líder del equipo. El geriatra o el médico familiar deberá conocer aquello que hacen los demás médicos para que los esfuerzos tengan un mismo propósito y no hacer algo que se pueda contraponer.
Comparte datos de cada médico. Se recomienda que todos los expertos estén enterados de quiénes son los otros médicos que atienden a tus padres para que, cuando tengan dudas, se hablen directamente.
Lleva una agenda muy puntual. Anota todas las citas médicas, los estudios, los procedimientos con nombres completos, fechas y dónde se realizó, para que tengas mayor claridad cuando se requiera consultar la información.
Ten a la mano los teléfonos de todos y cada uno de los doctores y consulta con ellos qué hacer en caso de emergencia.
Resguarda las recetas médicas. Todas las recetas, tanto de medicamentos como de exámenes de laboratorio, deberás conservarlas para que puedas tener un mejor control de las cantidades de medicamentos que toma tu adulto mayor, a qué hora los toma y si puede o no tener una reacción frente a la ingesta de algún alimento o de otro medicamento.
No recicles recetas. Es importante que el médico de tus padres te extienda una receta médica, si él así lo considera, en cada visita que hagan al consultorio puesto que, tras revisar a tu adulto mayor, puede hacer algún ajuste de las dosis o de los medicamentos. Por eso nunca recicles recetas porque mes a mes el organismo de tus padres va cambiando y tal vez los medicamentos que usaba meses atrás ahora ya no le funcionan.
Pregunta siempre. Cuando tengas una o varias recetas es importante que siempre le preguntes al médico que la expidió porque cambiarla o modificarla puede ser contraproducente para la salud de tu adulto mayor.
Recuerda que nunca debes automedicarlos ni utilizar remedios caseros o medicamentos que no fueron recetados exclusivamente para ellos. Siempre debes seguir #LoQueDiceTuMédico en sus recetas.
