¿Por qué mis padres van con tantos médicos? - Lo Que Dice Tu Médico

¿Por qué mis padres van con tantos médicos?

“Como te ves me vi, como me ves te verás” es un conocido dicho popular que cada día más mexicanos mencionan porque la población del país está envejeciendo: hay más de 15 millones de personas mayores de 65 años y más, de acuerdo con los censos recientes.

Es decir, como nunca antes en la historia de México hay un crecimiento de la población adulta mayor, y con ella vienen muchos retos, como los relacionados con la atención médica puesto que hoy la ciencia ha logrado que las personas vivan más y mejor.

¿Y qué pasa cuando envejeces? Resulta que, al paso de los años, todos los tejidos y órganos del cuerpo se van afectado: duelen las rodillas, existen problemas con la masa ósea, ya no se escucha bien y, en consecuencia, se pierde el equilibrio; también es común que haya trastornos digestivos, oculares, odontológicos y metabólicos, entre muchos otros.

Es por eso que tus padres, e incluso abuelos, van con tantos doctores, entre los más comunes están:

  • Geriatra. Expertos en el cuidado de los adultos mayores, de la misma manera que los pediatras lo son de los niños.
  • Ortopedista. Es necesario consultarlo si tus padres tienen algún problema con sus articulaciones, huesos, columna o al caminar.
  • Endocrinólogo. Cuando hay diabetes o algún trastorno de las hormonas es necesario ir con este especialista.
  • Rehabilitador. Un número importante de personas en la vejez requieren tratamientos para su rehabilitación del habla, de la funcionalidad de brazos y piernas, entre muchos otros.
  • Odontólogo. Especialmente cuando se pierden piezas dentales o se tienen problemas de digestión.
  • Neurólogo. Expertos en problemas del sistema nervioso como Alzheimer, Parkinson, delirium y otros que involucren el cerebro y sus procesos.

Estos son algunos de los médicos que pueden necesitar tus padres, pero hay muchos otros. Recuerda que la atención en la etapa de la vejez deberá ser multidisciplinaria (ello significa que varios médicos de diferentes especialidades tienen que atender a un solo paciente) para que tus padres conserven sus salud y calidad de vida por muchos años más.

Actualmente la esperanza de vida de los mexicanos oscila entre los 75 a 80 años de edad por ello los expertos en geriatría recomiendan:

Busca un líder del equipo. El geriatra o el médico familiar deberá conocer aquello que hacen los demás médicos para que los esfuerzos tengan un mismo propósito y no hacer algo que se pueda contraponer.

Comparte datos de cada médico. Se recomienda que todos los expertos estén enterados de quiénes son los otros médicos que atienden a tus padres para que, cuando tengan dudas, se hablen directamente.

Lleva una agenda muy puntual. Anota todas las citas médicas, los estudios, los procedimientos con nombres completos, fechas y dónde se realizó, para que tengas mayor claridad cuando se requiera consultar la información.

Ten a la mano los teléfonos de todos y cada uno de los doctores y consulta con ellos qué hacer en caso de emergencia.

Resguarda las recetas médicas. Todas las recetas, tanto de medicamentos como de exámenes de laboratorio, deberás conservarlas para que puedas tener un mejor control de las cantidades de medicamentos que toma tu adulto mayor, a qué hora los toma y si puede o no tener una reacción frente a la ingesta de algún alimento o de otro medicamento.

No recicles recetas. Es importante que el médico de tus padres te extienda una receta médica, si él así lo considera, en cada visita que hagan al consultorio puesto que, tras revisar a tu adulto mayor, puede hacer algún ajuste de las dosis o de los medicamentos. Por eso nunca recicles recetas porque mes a mes el organismo de tus padres va cambiando y tal vez los medicamentos que usaba meses atrás ahora ya no le funcionan.

Pregunta siempre. Cuando tengas una o varias recetas es importante que siempre le preguntes al médico que la expidió porque cambiarla o modificarla puede ser contraproducente para la salud de tu adulto mayor.

Recuerda que nunca debes automedicarlos ni utilizar remedios caseros o medicamentos que no fueron recetados exclusivamente para ellos. Siempre debes seguir #LoQueDiceTuMédico en sus recetas.

¿Te gustó esta información?

¡Muchas gracias por tu opinión!

Regresar al inicio